Creo que mi abuelo materno me tenía miedo. "Agarren a esa bruja", decía, haciéndose el valiente. Él murió primero. Mi abuelo paterno, conocedor de plantas y de usos insólitos para las piedritas de hormiguero, ordenaba también: "átale el cabello a esa niña". Murió un 12 de julio, durante el cumpleaños de su primogénito, mi padre, quien en una ocasión hirió a una bruja de muerte y permaneció incrédulo. Mi abuela, Rebeca también, obediente también, viva hoy también, ataba mi cabello con fibras de plantas y pequeños alambres, momentáneamente.
Nevó tanto tanto tanto tanto que hicimos un mono de nieve gigantesco (giant snowmen)y luego lo enterramos hasta el cuello en la nieve que quedaba (there was so much left snow there that we decided to bury his body in the snow).
Sólo dejamos visible la cabeza. Debo confesar que Darío le pateó la cara varias veces. (You could only see his happy face. Dario enjoyed kicking his blooming cheeks).
Bolas de nieve tamaño jumbo (Jumbo size snowballs). Pero para Darío son unos inofensivos asteroides a los cuales incará el diente como si fuera un pequeño demiurgo interestelar (They are just a snack for Dario).
Total que nos divertimos. Como pueden imaginar, las guerritas de nieve fueron sangrientas (That snowball did hit me. It was simply fun).
Les mandamos abrazos, amigos y familia With love to family and friends.
Ayer en el tren un hombre gritaba muy enojado. ¿Que qué tiene esto de raro? Nada, ciertamente. Lo interesante era, para variar, el contenido de lo que decía. Para variar, también, estaba codificado en un idioma que más o menos conozco. Para variar también, fui capaz de decodificar fonética(o fonológica-)mente el mensaje:
La versión españolmexicano sería más o menos la siguiente:
¿Dónde carajos en la Biblia se menciona, puta madre (puto padre), a Africa? ¿Quién me puede decir, a ver? ¡Egipto, señores, E-g-y-p-t, Egipto... ! ¡Por Jahvé (porque la palbra "Dios" designa a al dios católico en españolmexicano) que yo no soy ningún african-american! Yo soy Egipcio-americano aunque les cague. Y a mí no me van a mandar a ninguna guerra (sic).
La comunidad afroamericana, que era mayoría en el tren, se sulfuró bastante. Empezaron a emitir profundas notas guturales que llenaron el carro de resonancias parecidas a las de esos órganos fósiles empotrados en las catedrales. Los caucásicos se pusieron más caucásicos y le pidieron a God (Dios teutón con apariencia de vikingo pero enfundado en una bata estilo Hugh Hefner) llegar pronto a la próxima estación. Yo me topé con la mirada de un muchacho de unos 19 o 20 años, con algo de latino en las facciones y algo de (medio)oriental en los ojos. Y ambos sonreímos.
Se me ocurrió ponerme a pensar. Se me ocurrió que Dios recibía mucho spam. Y me fui a Google imágenes (qué quieren asi funciona mi mente) e hice las siguientes búsquedas: "God spam" (me equivoqué), "God´s spam" y "Spam for God". Sensei Google apenas arrojó unos 10 resultados con imágenes del todo irrelevantes, incluso no sólo para los propósitos de mi búsqueda.
Pero entonces, me di cuenta de que había olvidado los términos de busqueda homónimos a pero definitivamente más populares:
GOD BLESS AMERICA
Pude ver Resultados 1-18 aproximadamente de 981,000 (0.19 segundos).
Que me encontrara entre ellos esta interesante imagen tiene su encanto paradójico:
Hay mucha gente que vive en la calle. Mucha. Muchos lo hacen así por elección, es un estilo de vida. Otros seguramente son una cara más de las grandes invasiones de migrantes que desde todas partes del mundo se están moviendo hacia el centro para iniciar un nuevo orden de cosas. Otros lo hacen porque se perdieron en algún viaje, otros nada más porque no hay lana o se volvieron locos. De todas formas, la mayoría de ellos lo hace porque están demasiado cuerdos como para vivir en una casita y ser felices.
En Nueva York los desposeídos se organizan, se conocen, no tienen página de internet, hacen colectas, organizan eventos... Para seguir viviendo con dignindad en la calle.
Hay muchas organizaciones también, creadas con el único propósito de sacarlos de las calles. Los motivos de las personas que las conforman son muy diversos: algunos reciben un salario por hacerlo, otros lo hacen voluntariamente, en sus escasos o frecuentes ratos libres, poniendo la vista en un mejor futuro, en el cual saldremos a la calle como todos los días y no veremos a un solo homeless en la calle, acostado en una banca o en el portal de una iglesia, o empujando un carrito de marvillosa basura maloliente, o escupiendo sus abluciones de enjuague bucal entre los rieles del metro... pero siempre, siempre, siempre, dándonos la espalda.